Mirar, señalar y construir colectivamente.
Tres muestras de fotografía en San Martín (Buenos Aires, Argentina)
"Sabemos que a diferencia del pasado, y de otras artes, atendemos a circunstancias en donde la artisticidad de las obras no se encuentra determinada por algún principio universal reconocible, sino por pequeños relatos que articulan espacios diversos de enseñanza y circulación." Jorge Sepúlveda T. y Guillermina Bustos. Coordinadores del Curatoría Forense – Latinoamérica.
Una Escena Local de arte se construye. Requiere la confluencia de un conjunto de esfuerzos -no necesariamente con los mismos objetivos- pero si, con el acuerdo en el interés por la producción local a nivel material y simbólico. Construir y sostener una escena es un trabajo colectivo. En San Martín (de este lado de General Paz, en la Provincia de Buenos Aires) estamos construyendo una escena local.
Cerca del fin del mes de Marzo de 2021, la comunidad de arte de San Martín generó y puso a disposición simultáneamente tres proyectos expositivos centrados en la fotografía. Dos en espacios de gestión municipal y un tercero en una gestión autónoma.
Se trata de "Resistir: Ensayos Fotográficos", "Cintura del Conurbano" y "Yo nací para mirar lo que pocos quieren ver". Tres proyectos que centraban sus propuestas en la mirada desde y hacia el conurbano. Con artistas mayormente radicados fuera de la escena hegemónica de Buenos Aires y que en sus imágenes planteaban señalamientos sobre territorios habituales para quienes transitamos la provincia.
¿Cómo podemos pensar la fotografía más allá del campo disciplinar técnico? ¿Qué lecturas podemos hacer de las imágenes que surgen en estos territorios liminales? ¿Qué lugar y qué tiempo están capturados en esas imágenes? ¿Por qué elegimos ver mediante la fotografía lo que vemos en el paisaje cotidiano?
Empecemos por la última pregunta para construir nuestra primera hipótesis. Deseamos ver mediante la fotografía esos lugares para señalar el valor de nuestro espacio; y de los espacios que comparten características con aquellos que construimos y habitamos. Señalar este valor implica habilitar nuestras maneras de vivir. Como indica Leandro Salgado en el texto curatorial de Cintura de Conurbano, se trata de un territorio "inconmensurable que crece, muta, resiste y se reinventa constantemente".
Las lecturas que podemos hacer de estos espacios son lecturas cómplices, compinches, que se completan por la propia memoria. Las historias que hemos transitado surgen cuando revisamos estas imágenes. Historias que son relatos, anécdotas y ficciones. Pero también son Historias que comienzan a escribirse cuando tomamos noción de que la fotografía puede historizar un lugar y un tiempo determinado. Un tiempo materialmente detenido, pero simbólicamente cargado de signos de posibilidad ante el relato de quienes lo transitan. En palabras de Martín Acosta: las "fotografías interpelan nuestra memoria, tesoro de nuestros pueblos, para recordarnos quienes fuimos, para entender quiénes somos y repensar nuestro futuro."
La construcción de una escena de arte en el Conurbano Bonaerense se parece bastánte a la decisión de fotografíar el propio territorio. Detrás de ambas operaciones existe el registro de lo existente, el trabajo compartido y el ejercicio de imaginación en cuanto a lo posible. Quienes habitamos en escenas locales y elegimos ver el valor del trabajo de nuestros colegas tenemos una gran responsabilidad: mirar, señalar y construir colectivamente las evidencias de que el paradigma de centros y periferías es refutable a simple vista.
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