La revolución no será posible hoy.
Paralelas y perpendiculares entre el vínculo arte-política.
A quince años del 19 y 20 de diciembre de 2001.
Es cierto. Estamos lejos. La revolución no es hoy (tan) posible como lo era entre 1968 y 1976 en Argentina y, casi podríamos afirmarlo, en la región entera. Sin embargo, vemos como la formula que mezcla el pensamiento estético y el político sigue siendo clave para evidenciar realidades injustas que azotan nuestras sociedades.
Con esta idea se presentan tres experiencias argentinas y sus contextos: Tucuman Arde (1968), GAC - Grupo de Arte Callejero (1997-actualidad), y la FACC (2016). El recorte y su relación se proponen para pensar puntos en común, dando por sentado la existencia de una infinidad de otros casos que deben seguir siendo investigados y visibilizados.
El itinerario del `68
En el trabajo de investigación Del Di Tella a “Tucumán Arde” de Ana Longoni y M. Mestman, los autores detectan una serie de acontecimientos al interior del campo del arte que incorpora la denuncia política en relación a coyunturas inmediatas como internacionales como El Mayo Francés y la Guerra de Vietnam, ó locales como el régimen dictatorial del Gral. Carlos Onganía y sus prácticas opresivas cotidianas. Esta serie de hechos, a su vez, suma las tensiones dentro del campo entre instituciones y las prácticas vanguardistas. Ambas caras del conflicto, entonces, se ven condensadas en lo que se denomina “Itinerario del ‘68”. Dicho periplo, comienza en abril en la inauguración del premio “Ver y Estimar” y termina en noviembre con la clausura de la segunda edición de la muestra “Tucumán Arde”, en la sede porteña de la CGT de los Argentinos a las pocas horas de ser inaugurada.
Pese a clausurar el itinerario del '68, Tucumán Arde inaugura -o al menos es la experiencia más famosa de- la deslimitación entre el suceso artístico y la práctica política. Entre los razgos más llamativos a tal fin, se rescata la pérdida del autor en el colectivo y la ruptura con las lógicas de la institución arte al punto de lograr la mencionada desmarcación disciplinaria. En palabras de Juan Pablo Renzi: "[Los autores de T.A.] se proponían crear un fenómeno cultural de características políticas que excediera los cauces habituales de las vanguardias que ellos mismos practicaban. Para ello era necesario asimilar el concepto de vanguardia estética al de vanguardia política." . Se trataba de una gran puesta en el espacio del conflicto, con sus responsables y consecuencias. Era el hecho de mostrar, de transmitir aquello que habían encontrado en Tucuman. Incluso, podríamos decir que se trataba de un gran señalamiento.
Como mencionamos anteriormente, entre los procesos transformadores, la Revolución Cubana y el gobierno dictatorial activo durante los años sesenta, se genera un ambiente en el que la Revolución es una salida posible. Esta idea, desde ya, se traslada a la praxis artística. En el cruce, a su vez, con la búsqueda de los grupos de vanguardia -tal como los mismos artistas se denominaron- arte y política se vuelven una sola búsqueda.
Con el paso del tiempo, salvando la llamada Primavera Camporista, el ambiente de sensura y represión hace que la lucha se vuelva más explosiva en el ámbito pólitico y más estratégica y soslayada en el artístico. Casos como el de Juan Carlos Romero, ejemplifican la busqueda de pequeños intesticios donde la denuncia ante los atropeyos a las libertades individuales, colectivas y la desigualdad podían ser denunciadas.
El 24 de marzo de 1976, con el golpe de estado perpetrado por las tres fuerzas armadas nacionales, comienza un regimen encrudecido de terrorismo de estado autoproclamado "Proceso de Reorganización Nacional". A partir de ese momento, más de 30.000 personas serán secuestradas por el estado, torturadas y asesinadas. Surgen los desaparecidos. Un plan sistemático de apropiación de bebes nacidos en cautiverio es puesto en marcha. Años más tarde, estos crímenes aberrantes serán denunciados por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo desde el más político y coherente ejercicio.
Los noventa y la (des)obediencia
En 1983 las instituciones democráticas retoman curso. La vida en democracia parece ser la mejor opción y el terror de la dictadura militar que desde 1976 azota al país es superado. En el campo cultural se produce un estallido, la alegría retoma las calles. Con la democracia, pareciera que se cura, se come y se educa.
Sin embargo en 1987, se dicta la Ley Nº23.492: Ley de Punto Final.
"Dispónese la extinción de acciones penales por presunta participación, en cualquier grado, en los delitos del artículo 10 de la Ley Nº 23.049 y por aquellos vinculado a la instauración de formas violentas de acción política. Excepciones." .
A su vez, ese mismo tambien se emite la Ley Nº23.521: Ley de Obediencia debida.
"Artículo. 1º -Se presume sin admitir prueba en contrario que quienes a la fecha de comisión del hecho revistaban como oficiales jefes, oficiales subalternos, suboficiales y personal de tropa de las Fuerzas Armadas, de seguridad, policiales y penitenciarias, no son punibles por los delitos a que se refiere el artículo 10 punto 1 de la ley Nº 23.049 por haber obrado en virtud de obediencia debida"
Ambas leyes constituyeron un quiebre en la reconstrucción de la memoria colectiva con respecto al golpe militar y al terrorismo de estado, y aquella ruptura significaba una primera desilución democrática. En 1997 y como respuesta emergente al neoliberalismo desarrollado desde la presidencia de Carlos S. Ménem, surge el GAC - Grupo de Arte Callejero.
En su statement, definen:
" La motivación principal de nuestras intervenciones sigue dos grandes líneas temáticas: por un lado, la denuncia de los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura militar y la genealogía del genocidio en Argentina, y por otro, la lucha contra las políticas neoliberales de la década del ’90 y sus consecuencias.
Gran parte de nuestro trabajo se inspira en saberes populares y es de carácter anónimo. Fomentamos la re-apropiación de nuestras prácticas y sus metodologías por parte de grupos o individuos con intereses afines. Muchos de nuestros proyectos surgen y/o se desarrollan a partir de la construcción colectiva, generando una dinámica de producción que está en permanente transformación debido al intercambio con las/os otras/os."(https://grupodeartecallejero.wordpress.com/quienes-somos-2/)
Las obras del GAC comparten con Tucumán Arde la pérdida de espacios y prácticas establecidas dentro de la Institución Arte y la apropiación de lógicas ganadas de la militancia política. A su vez, comparten el haber nacido en contextos de una gran opresión económica y política para las masas. Pese, a ser el primero surgido en un estado totalitario y el segundo durante la democracia.
Podríamos arriesgar que, los dos proyectos, también comparten la ventaja de un contexto en el cual el Estado abandona el discurso cultural, dejando libre una grieta que ocupar. Esa grieta, no es otra que el discurso artístico.
En la acción somos compañeros: LA FACC
Con la asunción de Mauricio Macri como presidente la República, las lógicas del neoliberalismo parecieran volver más evidenciadas y construyendo nuevamente sentido común hacia la apatía e individualismos generalizados. Las conquistas en derechos humanos son puestas en duda y el lenguaje del libre mercado es tomado como normal.
Así surge La Fuerza Artística de Choque Comunicativo. Una agrupación activa de artístas que vuelve a tomar el espacio público para, mediante el contenido poético y estético, sembrar el debate y la reflexión sobre la coyuntura.
"FACC es un equipo no partidario de artistas activándose con la urgencia de enfrentar cualquier máquina de violencias que pretenda disciplinar nuestros destinos sociales. Tenemos la certeza de que, hoy más que nunca, es trabajo y responsabilidad del artista poner sus herramientas al servicio de desmantelar desde un acto de comunicación, cualquier iniciativa que sesgue el espíritu libre. Haciendo de la calle y los edificios públicos nuestro escenario y foco de operaciones."
http://www.lavaca.org/mu97/fuerza-artistica-de-choque-comunicativo/
La FAAC tiene en su haber un conjunto de acciones performáticas que apuntaron a la visita de Michael Obama en su rol de Presidente de Estados Unidos en la semana del 25 de Mayo. En una acción que puede recordar el proyecto "Malvenido Rockefeller" (30 de Junio de 1969), los integrantes del grupo generaron una pila de cuerpos desnudos frente al Congreso Nacional, a la vez que recitaron un poema que se basaba en la repetición de la frase "Hay Cadáveres". La acción se realizó con una bandera de fondo donde se leía "Macri Go Home", en una puesta en paralelo entre el Presidente argentino y el estadounidense. Asimilando, a su vez, los intereses de ambos como uno solo.
Lo que caracteriza a la FACC es la puesta del cuerpo en la vía pública, y su uso desde lo poético. La vuelta retórica, presente como una capa que lentamente devela el objetivo comunicacional. Estos elementos se disponen para buscar la reacción y la movilización del público ocasional. Otras performances también trabajan la lógica machista (Esto Huele Mal), la lógica mercantilista del consumo excesivo (Promotoras), y a veces sólo se busca interrumpir el devenir cotidiano de la urbe (Puente).
En Perpendicular
Como se explicita al inicio de este trabajo, se buscan puntos en común entre las propuestas mencionadas. El primero es el contexto de raíz capitalista crudo y opresor, en el que el o los artistas tienen la necesidad de tomar el espacio público -sea simbólico o material- para gritar aquello que no se está diciendo. En ese camino, parece necesario perder la marca de autor individual para sumarse a un colectivo. También se dejan atrás las marcas de la disciplina específica, para sumar la mixtura y el cruce de lenguajes. Finalmente, se apela a la desmaterialización conceptual del trabajo, para apelar al impacto como si de un fogoneo se tratara.
Para finalizar, y publicandose este texto el día 20 de diciembre de 2016, a 15 años de los episodios del 2001, podemos pensar el cruce entre las imágenes arrojadas por los medios de comunicación de las victimas de la represión oficial ante el estallido social y esta obra de Juan Pablo Renzi de 1971. Entendemos que la imágen -simbólica o plástica- puede ser un arma que dispare nuesvos sentidos.
Bibliografía Consultada:
- Ana Longoni y M. Mestman. Del Di Tella a “Tucumán Arde. Buenos Aires, Ed. El Cielo por Asalto, 2000.
- AA. VV., Juan Pablo Renzi (1940-1992). La razón compleja, Fundación Osde, Buenos Aires, 2009-2010. Ver catálogo on line en: http://www.artefundacionosde.com.ar/BO/muestra.asp?muestraId=73
- Advertencias en formato de performance, Página 12, 16/11/16. En https://www.pagina12.com.ar/3280-advertencias-en-formato-de-performance