Este ensayo fue escrito en abril del 2014 y publicado en Santiago de Chile, marzo del 2017, por la revista Punto de Fuga, Revista de los Estudiantes de Teoría e Historia del Arte de la Universidad de Chile.
¿En dónde radica la consciencia del mundo? Pienso que esta consciencia del mundo radica en el pensamiento de la naturaleza.
Hacia una Geografía del Cuerpo
Desde hace un tiempo vengo indagando, como creador, sobre el tema del territorio y el cuerpo. Recogí tierra en un recipiente de plástico, me quité los zapatos y las medias, y sobre el asfalto, empecé a lanzar la tierra por delante de mis pies caminando sobre ella, “Caminando Sobre Mi Cuerpo” (Fig. 1) es como nombré a esta acción.
A partir de la idea de territorio me puse a reflexionar en conceptos geográficos, notando de esta manera que la geografía humana es la causante de la división territorial[1]. Vivimos divididos en países, estados, parroquias, municipios, barrios que abarcan una pequeña característica de lo que somos como parte de nuestra cultura: comida, forma de hablar, gestos, rasgos, arte, algo que nos distingue de los demás; entonces, podemos decir que somos diferentes ideológicamente (geografía política) pero naturalmente no (geografía física). Estamos hablando de una división imaginaria, que se materializa en un conjunto de estructuras, las que han tenido como sentido subordinar a la masa social de cierto territorio identificado políticamente. Así nos mantenemos ocupados alimentando el sistema de consumo, cada quién preocupado por lo suyo, defendiendo sus acciones, justificadas por la simple razón de tener una vida sustentada. Todos nos hemos olvidado de nuestra naturaleza humana, preocupados por habitar la sociedad manteniendo un puesto aceptable dentro del sistema capital: en los espacios que se han sumergido estos territorios “se niega lo humano y nos alineamos al trabajo”[2]. Mientras vivimos bajo la ausencia de lo natural en nosotros, disolviéndonos en la memoria del espacio en el que habitamos, siendo el espacio mismo el testigo de las acciones tomadas por el hombre, donde son confrontadas las realidades: historia, clases sociales, individuos. Y siguiendo con este último punto, hablamos de las ciudades desde el abandono del cuerpo, “siendo las ciudades actuales hijas del individualismo como cuerpo cívico”[3]. Por esta misma razón considero necesario hablar desde el cuerpo, ya que es desde aquel desde el cual “se accede al lenguaje” [4] a lo que añadimos que “son las razas y las culturas las que designan regiones sobre el cuerpo, es decir, zonas de intensidades, campos potenciales”[5]. Es así como, entonces, podemos hablar de una Geografía del Cuerpo.
Son las Geografías del Cuerpo las que designan una pluralidad del lenguaje humano. El cuerpo como vía transitoria, un canal, más no como punto de partida. Preferiría que habláramos de puntos de cohesión entre el cuerpo y el territorio desde la unión de la naturaleza como resistencia; como esos cuerpos que se crean y recrean a través de imaginarios materializados en estructuras sociales y que por medio del caos organizado en territorios, surgen los temas o planteamientos en torno a las expresiones artísticas, siendo este el punto de interés para este artículo. Las Geografías del Cuerpo son más que un medio entre lo tangible e intangible.[6] Lo que está en medio entre el imaginario y lo materializado es la naturaleza como ese ente consciente, que sufre el gran impacto del sistema en que están sumergidos los territorios.
Esta resistencia de la naturaleza hacia el sistema desde nuestro cuerpo y desde ella en su diversidad de formas, se viene acelerando, -podría decirse- desde hace varios siglos. Mientras nuestros discursos y pensamientos sigan manteniendo a la naturaleza en segundo plano, seguiremos siendo nuestro propio objeto de consumo, dándole validez al sistema, extrayendo todos los recursos hasta que sólo nos quede nuestro propio cuerpo. Consideramos necesario la manera en que llevamos la visión del hombre sobre el mundo como un problema, “el hombre como centro de todas las cosas”[7]: una visión antropocéntrica, sujeto-objeto (la naturaleza como objeto y, por ende, nuestro propio cuerpo). Por eso hago énfasis sobre un Territorio Insubordinado, lo que entendemos como esa geografía del cuerpo, la naturaleza resistiendo a la crisis de los lugares del mundo.
Otro punto importante dentro de estas geografías imaginarias es una razón que nos desliga de la naturaleza[8], el cuestionamiento de lo natural, lo racional por encima de la naturaleza. Este cuestionamiento es una forma de ver, pensar, sentir y vivir en el mundo, que ha estado ligada a las sociedades desde hace varios siglos: cuestiono, reflexiono y pienso. Al ver que estamos sumergidos en este tipo de paradigma (una forma de fragmentar el mundo desde la razón), ¿servirán todas las propuestas planteadas desde los diferentes ámbitos para flexibilizar los problemas del ser humano? Porque de esto se trata, [4] de renovar la cosmogonía dentro de una dicotomía de cosmovisiones conscientes e inconscientes. Pero esto sería un pensamiento totalmente ingenuo, esta forma de poder que se ha inventado el hombre en su imaginario para materializarlo, en la cual, el hombre se coloca en una esfera aparte de las demás cosas, es ese el poder del imaginario para cosificar la información, tergiversarla para obtener el control de poder y subordinación. ¿Hasta cuándo seguirán siendo las ideas imaginadas decretos legales para controlar a los seres vivos? ¿Hasta cuándo las ideas materializadas van a seguir afectando el cuerpo de todos?
Este pequeño escrito es sólo un acercamiento sobre El Arte como Territorio Insubordinado; reflexiones de cómo esos cuerpos se expresan en medio del sistema, bajo cada contexto, ciudad, país; de problemas que se distinguen tanto y que nacen desde las mismas raíces, que tienen un pasado, una memoria que se nos disuelve en las manos como creadores. Así, en este escrito invito a la reflexión al referirme sobre algunos creadores que tengo cercanos en mi propio contexto desde Venezuela, y expandirme un poco hacia Canadá, Cuba, México y China, hablando de algunos creadores ya conocidos.
El Territorio del Arte: respuesta insubordinada de los cuerpos geográficos.
Para comenzar es necesario tomar en cuenta que el arte como territorio es totalmente movedizo[9], esto con respecto a los temas planteados por los creadores y que tienen que ver en cómo cada uno responde a su contexto. Han sido abordados unos pocos creadores de forma orgánica en este ensayo: así como aquellos han respondido a cada contexto, responden las obras a estos escritos.
Uno de los primeros problemas al hablar de la geografía política es la frontera, la separación entre las naciones. La frontera es el primer espectáculo para el que la vive. La creadora colombo-venezolana Diana Villamizar, en su reciente exposición individual llamada Registro Migrantes expone una investigación que inicia durante el año 2006 después de haber migrado a Colombia[10]. Ella plantea el movimiento del cuerpo al cruzar la frontera como una reconfiguración de códigos, creencias, normas de convivencia desde donde se puede tener la conciencia sobre las distintas realidades, surgiendo así reflexiones en torno al ambiente político que diferencia a ambos lugares, generando finalmente sus inquietudes a través de medios audiovisuales. A través de un vídeo La de Todos los Días (Fig. 2), muestra el mapa de la frontera entre Venezuela y Colombia y las grabaciones de los habitantes que viven el espectáculo de aquella a diario, donde se oyen voces expresando lo que es el límite para ellos: “la frontera es imaginación”, “la frontera no existe, se la inventaron los gobiernos, el planeta es uno, los pueblos somos los mismos”.
El espectáculo que se define como frontera es un circo que, al igual como separa las naciones, también separa conciencias: sólo es una realidad para el que vive sumergido en aquel contexto. El problema de la división genera también subdivisiones que alargan la estrategia de seguir fragmentando el mundo[11]. Esto está relacionado con la migración clandestina, el viajar ilegalmente hacia otro país. ¿Cómo se puede estar prohibido en espacios que no le pertenecen al hombre? Es como dice aquella carta que le escribe el Jefe Seattle al Presidente de los Estados Unidos en 1855: “La tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la tierra. Todas las cosas están conectadas, como la sangre que une a una familia. Lo que le ocurre a la tierra les ocurre a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la telaraña de la vida, es sólo un hilo. Cualquier cosa que haga a la telaraña se la hace a sí mismo”[12].
El espectáculo que se define como frontera es un circo que, al igual como separa las naciones, también separa conciencias: sólo es una realidad para el que vive sumergido en aquel contexto. El problema de la división genera también subdivisiones que alargan la estrategia de seguir fragmentando el mundo[11]. Esto está relacionado con la migración clandestina, el viajar ilegalmente hacia otro país. ¿Cómo se puede estar prohibido en espacios que no le pertenecen al hombre? Es como dice aquella carta que le escribe el Jefe Seattle al Presidente de los Estados Unidos en 1855: “La tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la tierra. Todas las cosas están conectadas, como la sangre que une a una familia. Lo que le ocurre a la tierra les ocurre a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la telaraña de la vida, es sólo un hilo. Cualquier cosa que haga a la telaraña se la hace a sí mismo”[12].
¿Qué pasa con esta alienación que desgasta el cuerpo? Otro de los creadores venezolanos en los cuales acá me sumerjo es Max Provenzano, con su acción ¿Somos Carne? (Fig. 4), donde trabaja con la relación cuerpo-objeto, esta analogía en la que se ocupa el creador se conecta directamente con la relación del pensamiento occidental sujeto-objeto al llevar a la naturaleza a un segundo plano. El material utilizado para esta acción es la carne (un elemento natural), y durante la acción el artista va cosiendo la carne parte por parte hasta colocársela encima. La carne como materia orgánica se descompone. Entonces, nosotros como cuerpos de carne estamos destinados a la descomposición[14]. La acción de coser la carne es la ironía que plantea al unir los fragmentos descompuestos de la sociedad . Es la apuesta de la alienación del sistema capital lo que genera el desgaste del cuerpo civil, del cuerpo natural, convirtiéndose en una auto-violencia social.
La violencia dentro de las sociedades es una de las características que ponen en duda la calidad de vida de un país, que es generada a partir de las necesidades de subsistencia dentro del sistema, causada por el abandono social, una de las formas de fragmentar y desviar los valores sociales. La venezolana Andreina Zavarce en su obra Gregorio Samsa y sus Amigos (Fig. 5), crea una instalación con pedazos de muñecas, retazos de tela, bordados y texturas, en forma de mutantes o entes mutilados, que nacen de esta violencia generadora de cuerpos carentes de valores, cuestionando la ética social. En el proceso de creación ella recolectó muñecas usadas; degastadas con el tiempo, sin alguna pierna o con el pelo cortado, en la comunidad donde había vivido cuando pequeña. Estas piezas abarcan formas de lo sexual, una determinación de nuestros comportamientos y de una sociedad fálica que desplaza a la mujer en la violencia. Desde su cuerpo nacen hijos, “hombres y mujeres” que son abandonados por la ciudad. La ciudad es el estereotipo de la mala madre, como es de conocer bíblicamente a Lilith[15]; porque esta fue concebida para ver morir a todos sus hijos. Estos hijos dejan huellas en el cuerpo a través de sus formas y texturas como alegorías de cicatrices sociales, de expresiones llenas de incertidumbre.
Es importante recalcar que esta incertidumbre es generada dentro de esta cosmogonía antropocéntrica, una visión que no sólo rechaza a la naturaleza, sino que también a la mujer como género inferior[16]. ¡Qué idea más aberrada la de desplazar a la naturaleza y a la mujer! Es decir, como hombres no sólo nos alejamos del reconocimiento de la vida, también de nosotros mismos (al rechazar esos cuerpos naturales, rechazamos al nuestro). Esta forma de abandono es la forma en la que se han estructurado las ciudades como sociedades políticas, y por esta misma razón existe un rechazo, una no-aceptación a la diversidad de estéticas y realidades que se han estructurado desde el cuerpo como cuerpo social, como pluralidad de gustos y formas. Podemos decir también que estos cuerpos que ha entretejido la creadora Andreina Zavarce, son cuerpos que van en la búsqueda de la aceptación social, cuerpos que se castran al suprimir lo que no está canonizado o que no entra en los estereotipos sociales, y se integran a lo que sí está valorado a la vista de todos.
El cuerpo es esa estructura que contiene las huellas del pasado y el peso del presente, el molde de una civilización auto-flagelada. Raquel Ferrer, creadora venezolana, habla desde la violencia del cuerpo como un contenedor donde se reflejan las vivencias personales. En su acción Capullo (Fig. 6), realizada en la Plaza de la Justicia de la ciudad de Barquisimeto, recrea un camino en donde le da siete vueltas a la cuadra de la plaza cargando siete copias de su documento de identidad, en cada vuelta se despoja de cada copia entregándosela a algún transeúnte y, al final, se introduce en un capullo, bolsas negras donde se priva de la libertad del cuerpo dejándose absorber por la asfixia. Esta acción recrea una de sus experiencias personales, donde hace juicio de crítica al funcionamiento del estado como un monopolio tenebroso entre funcionarios públicos y bandas violentas, prestándose para inculpar a ciudadanos ajenos al sistema corrupto. Ella como cuerpo femenino sufre todo este proceso desde lo familiar; es de notar que muchas familias son afectadas por este tipo de hechos: como el nivel de las clases sociales para cubrir los gastos penitenciarios, siendo los de clases más bajas los privados de libertad, padeciendo del estado “capullo”, como lo plantea la artista en su obra.
La acción se basa en la asfixia social, la violencia que soporta el cuerpo femenino en los diferentes niveles sociopolíticos. Con respecto al proceso penitenciario la artista relata: “La mayoría de personas que visitaban estos recintos eran de sexo femenino: las madres, hermanas y parejas y en algunos casos niños o cachorros; como se les llama en las cárceles, acompañados de sus madres estableciendo una aproximación del tipo de visita de los privados de libertad”. El negro, utilizado en su acción, era uno de los tonos vetados para acceder al recinto, tanto en la ropa como en las bolsas para traslado de alimentos. Para finalizar el acceso, debía dejarse la cédula de identidad dejándola registrada, lo que determina la legalidad del cuerpo cívico en las sociedades.
Esos mismos hechos, acciones que suceden y que marcan un tiempo histórico dentro de las ciudades, son las huellas que dejan los hombres y las mujeres que llenan de contenido el espacio en el que habitan. Teresa Margolles, creadora mexicana, presenta a través de sus últimos trabajos una exposición llamada El Testigo, esbozando a través de imágenes las huellas en estado de vigencia de lo que ocurre en las ciudades; tanto política, social y económicamente, trabajando específicamente sobre la región de Ciudad Juárez [17]. En su obra "El Testigo” (Fig. 7), es una fotografía la cual le da nombre a la muestra. Margolles resalta la imagen de un árbol, un observador silencioso que es influenciado por las acciones del ser humano; prevaleciendo como ese testigo a la naturaleza.
Reflexionando desde el cuerpo del ser humano como naturaleza, reencontrando el cuerpo desde su esencia natural, en esta manifestación insubordinada de la naturaleza desde territorios políticos se encuentra reflejado el planteamiento en esa fotografía; abarcando ya la amplitud de una Geografía del Cuerpo, no son solamente nuestros cuerpos naturales como creadores los que hablan de forma insubordinada; también la naturaleza resiste en silencio y sin aviso hacia las acciones del hombre. Así esta artista hace un estudio antropológico-social sobre el espacio, evidenciando a través de imágenes, los hechos dentro de una decadencia social y violencia profunda, determinante en la ciudad, donde se continúa reflejando una localidad llena de incertidumbre. Otra de las obras de esta artista donde se refleja un registro diario de lo que sucede en la ciudad, es la instalación PM 2010 (2012), (Fig. 8), donde recopila una serie de periódicos amarillistas de la ciudad y evidencia características que rigen las sociedades: muertes y mujeres semidesnudas, el morbo como una cotidianidad de parte de la violencia y del deseo sexual que complace al hombre, basándose en la mujer como un objeto sexual, otro punto que descose el sentido de objeto dentro del punto de vista del hombre en la sociedad actual, violentando no sólo a la mujer como género inferior, sino que también es un objeto de uso propio.
Pasando de una memoria del cuerpo a una memoria histórica sobre el cuerpo, se encuentra la creadora canadiense Christine Brault, con su acción El Abrigo de María Teresa [18] (Fig. 9). Esta acción se basa en el recuento de una memoria histórica sobre la violencia a la mujer, donde hace homenaje a las mujeres desaparecidas durante la dictadura militar de Pinochet, en Chile. Christine genera, a través del relato de Mónica Hermosilla, la última persona con la que tuvo contacto María Teresa; una de las desaparecidas de la dictadura: “esta intenta dejar su abrigo a su compañera antes de ser sacada de la celda.” Esta propuesta artística está planteada más allá de las fronteras, desde un cuerpo que concientiza la insubordinación en sus obras con temas sobre la violencia hacia la mujer y la naturaleza. En su acción, Christine relata: “me puse un abrigo rojo que representa el abrigo que llevaba María Teresa en el momento de su desaparición. Este lo corté en pequeños cuadrados que bordé con hilo negro las palabras: silencio, paz, libertad, no silencio, resistir, no se debe olvidar y el número 40. Estos pedazos fueron tomados y guardados por el público”. Para la segunda etapa Christine contactó a los miembros del público que conservaron los retazos del abrigo para que se unieran y así reconstruirlo.
Esta reconstrucción sobre el abrigo abarca de forma metafórica la reconstrucción de un cuerpo violentado: al ser picado el abrigo, siendo este fragmentado y al dar los retazos a un público, este cuerpo desaparece; como lo hizo el cuerpo de María Teresa dentro de la historia. La segunda etapa, donde se propone recolectar estos pedazos, es el punto esencial de la acción, porque esta se basa en reconstruir una memoria colectiva sobre huellas que están en la historia, de un hecho histórico albergado en la memoria de muchos cuerpos.
Esta memoria tiene dos significaciones: la memoria con la que viven los chilenos desde el punto de vista histórico sobre un hecho de misoginia, y la memoria alegórica que recrea Christine al entregar los retazos de tela sobre los hechos para el reencuentro de la experiencia colectiva. Es importante resaltar el reencuentro con los valores históricos, para construir desde la memoria del cuerpo, desde la memoria colectiva, el rescate de los valores de la naturaleza para el reconocimiento de lo sucedido y el por qué ha sucedido, para así conocernos a nosotros mismos teniendo consciencia de lo que somos.
Otro de los creadores que me es importante recalcar desde la memoria histórica colectiva y la memoria del espacio, como memoria de un cuerpo herido y violento, es el artista chino Ai Weiwei, con su obra Remembering (Fig. 10). Esta instalación fue realizada en la fachada de la Haus der Kunst en Munich[19], está realizada con 9.000 mochilas de cinco colores diferentes, en memoria de los niños que fallecieron durante el terremoto en el año 2008 en la provincia de China de Sechuan. La frase que presenta Ai en la instalación se basa en el testimonio de una de las madres que conmemoró a su hija fallecida: “ella vivió felizmente en esta tierra, durante siete años”. Al igual que la obra de Christine, la obra de Ai Weiwei se basa en el recordar un hecho pasado como crítica hacia el estado político, que hizo caso omiso a las muertes de estos niños, y que parte de las negligencias del estado al asumir estos hechos responsablemente. El lenguaje es importante para la expresión de todo lo que sentimos como seres humanos, y esto forma parte de la reconstrucción de las experiencias de vida de cada individuo, dando testimonios a la historia, tanto de los gobiernos, ciudades o espacios que en este momento nos determinan el cómo y de qué forma está narrada la telaraña de la vida en el mundo.
El Reconocimiento del Cuerpo desde una Resistencia Cultural
El reconocimiento desde el cuerpo partiendo de las acciones políticas para su expresión, es lo que lleva a estos artistas a manifestar los problemas de su contexto, algo en lo que hace mucho énfasis Ai Weiwei, de esta manera, los cuerpos cívicos heridos generan una construcción del trayecto de la ciudad, a través de recuerdos e itinerarios, generando una memoria en el espacio en la ciudad, gestando una memoria reconstruida desde el cuerpo dentro de la memoria del espacio, como lo hace Ai con su obra. Actualmente es reconocido por el gobierno Chino como un subversivo, privándole la libertad de movilización internacional.
Continuando en relación a las acciones tomadas por el gobierno para obligar a un artista a inmovilizarse, ya sea para salir del país o para no volver a sus tierras, la artista cubana Tania Bruguera, propone su obra El Peso de la Culpa (Fig. 11), en la cual: “Detrás de ella hay una gran bandera cubana que la artista hizo de cabellos humanos. Lleva un cuerpo decapitado de cordero como chaleco-coraza sobre un conjunto blanco. Está descalza. Hay frente a ella una vasija con tierra cubana, junto con un plato hondo de agua y sal. Se inclina frente a los contenedores de modo lento, mecánico, y mezcla cuidadosamente en su mano la tierra y el agua salada. Procede a comer lentamente la tierra. Bruguera sigue comiendo tierra aproximadamente una hora”. Relato que esboza José Muñoz sobre la artista en un ensayo llamado "Performance en la Cuba Mayor: Tania Bruguera y El peso de la culpa"[20].
La obra de Bruguera se establece con un ritual lleno de símbolos alegóricos y que refieren directamente a los ciudadanos cubanos como una geografía herida, desde el momento en que llegan los españoles a territorio indígena cubano. Tania comenta:
En esta pieza me refiero específicamente a los suicidios colectivos del pueblo cubano indígena durante la ocupación española. La única forma en que algunos de ellos pudieron rebelarse -pues no tenían arma alguna y no eran guerreros por naturaleza- era comer tierra hasta morir. Este gesto, que permaneció con nosotros más como rumor histórico, me pareció enormemente poético en un sentido: habla de nuestra individualidad como nación y como individuos. Comer tierra, que es sagrada y símbolo de permanencia, es como tragarse las tradiciones propias, el patrimonio propio, es como borrarse uno mismo, eligiendo el suicidio como forma de defenderse. Lo que hice fue tomar esta anécdota histórica y actualizarla en el presente [21].
Esta misma forma afectiva hacia la memoria del territorio, es la búsqueda del reconocimiento, funcionando también como un ritual de sanación. El comerse la propia tierra, el rememorar la herida a través del agua con sal, el peso de la sociedad cubana como sociedad occidental desde la colonización, reflejada en las costumbres y el sincretismo religioso, el símbolo del cordero; es ese un reencuentro con el territorio desde la naturaleza, tierra más cuerpo, identidad como cuerpo civil herido narrada por una memoria histórica, recordada como un suceso en el presente. Una forma para la liberación de la culpa, que además, se libera desde la negligencia política del estado; este problema de división política territorial en la que obliga a las personas afectadas por el estado a huir de su país.
En este reconocimiento desde el cuerpo, también tenemos a los creadores venezolanos, Narvis Bracamonte, con su ritual Mestizada (Fig. 12), recordando como fecha patria el día de la resistencia indígena, que genera a partir de una acción con características de estéticas aborigen, y Pedro Pez con su acción Hojas como Rayos de Sol (Fig. 13), exponiéndose al Sol por medio día con hojas de árbol recolectadas que son pegadas a su cuerpo gracias al aceite que se unta. En la tarde, teniendo ya las hojas marcadas, camina hacia uno de los árboles cercanos más grandes, donde genera un reencuentro con este otro cuerpo. Se basa así en rituales de sanación para fortalecer la energía de la naturaleza en los cuerpos heridos por la historia y en la búsqueda de una identidad cultural.
Todo este cuerpo herido, narrado en la memoria colectiva y la nostalgia, en una búsqueda de reconocimiento que viene dada desde la invasión del europeo, narrado bajo un sometimiento religioso y un genocidio ideológico y terrenal; es uno de los problemas que tiene actualmente el territorio americano, de una cultura mestiza y plural en sus religiones, reencontrándose con sus antiguas creencias en el seno de la Madre Tierra. Para nuestra cultura aborigen, todo lo que estaba a su alrededor (piedras, árbol, tierra, agua) contenía vida propia[22], siendo la naturaleza vista como semejantes a ellos desde una visión cosmogónica. No existían tales relaciones desde la lingüística, sujeto–objeto, para referirse al entorno. Entonces, esta resistencia cultural que se enmarca en los países latinoamericanos, se convierte también en una doble resistencia desde lo natural
La creación en la obra como medio político es uno de los riesgos que asumen muchos artistas a la hora de manifestar sus inquietudes dentro del sistema. Para finalizar, hablaré de la artista Yarinés Suárez, con su obra Metros de no.discurso [23] (Fig. 14 y 15), que nace da la inquietud sobre el sistema en el que está sumergida, y la forma en que los artistas funcionan para crear. Es de notar que en su diversidad de pensamientos, los artistas ingenian su propio proceso de creación. Pero, ¿en qué se basa este para crear? En una justificación, planteamiento del problema, argumentación teórica buscando innovar dentro del “sistema del arte". Esta forma de razonamiento, de justificación, está asociada al endiosamiento de la razón, como forma de desnaturalización, de artistas que crean desde el ego y para el ego, y no para el espectador dentro de su contexto social (otra forma de fragmentación imaginaria sobre la razón). Acá podemos hablar sobre una crítica sobre la alienación del artista en el sistema artístico. La artista Yarinés recrea una acción donde reflexiona “…el artista debe crear, el artista debe producir, la no-producción es no-existencia, no-visibilidad, vacío...”, y que dentro de un inconsciente colectivo también vengo reflexionando, en una conversación que tuve con el creador Solardo Zafra, y que es el indicio para el inicio de este ensayo, sobre el hecho de la creación como artistas y la geografía política como fragmentación del mundo:
“Crear sin sentido, eso me ha hecho sentir vacío, pero fíjate, ahora que menciono esto,'me ha hecho sentir vacío' me acuerdo de la 1ra clase de estética, ¿te acuerdas del horror vacui? El temor al vacío, creo que todo se ha convertido en una forma de distraerse del vacío, más no nos hemos preocupado de verdad en hacer algo para que ese vacío se llene. Y por lo que he encontrado padre, siempre ha estado ahí eso que puede llenar el vacío, sólo que está en teoría, más no en práctica, nadie ha aprendido hacer la práctica y es el amor, cuando hablamos de humanidad, hablamos de amor realmente. Y la humanidad no sabe, que cuando hablamos de humanidad, realmente hablamos de amor. Y eso lo comprendí leyendo Siddhartha el libro que te recomendé, aún sigo pensando. Escribiéndote sigo reflexionando, si por eso dicen que las palabras se las lleva el viento, fíjate que uno de los ejemplos a los que he pensado es esta palabra 'Geografía Política', ¿Qué significa eso de 'Geografía política'? Realmente de una división imaginaria, una palabra que habla de un imaginario, los países son un conjunto de estructuras imaginarias que han tenido como sentido crear problemas de entretenimiento. ¿Dónde está esa línea que divide la tierra en países? En nuestra mente”.
Yarinés, a partir de este vacío en la producción del arte, habla de la creación como un vacío que sigue aterrándonos como seres, accionando desde esa creación sin discurso ante el vacío que carece de contenido, de no.discurso, estuvo sentada en una máquina de escribir, y de esa forma mecánica genera textos de todo lo que sucede a su alrededor, ejecutando la acción sin tiempo determinado; al acabarse las hojas de papel, las pegaba con cinta adhesiva al suelo.
Estos cuerpos son de esos creadores que se manifiestan desde los problemas sociales, hacia la resistencia frente a una subordinación elitista como forma de poder. Estos son creadores que, de forma consciente e inconsciente, escuchan a la naturaleza y se resisten, como nos dice el escritor John Berger: “La resistencia consiste en saber escuchar a la tierra”. En eso se basa nuestra resistencia, en saber escucharnos. Nos encontramos sumergidos en el mundo de diversos hombres que bajo una conciencia aprehendida busca la materialización del poder a través de las sociedades políticas, reencontrándonos en este sistema que nos absorbe por la necesidad de subsistencia. Me gustaría citar de nuevo al Jefe Seattle, que al final de la carta que le escribe al presidente de Estados Unidos en aquel tiempo, y que su respuesta responde al nuestro: “La vida se ha terminado. Ahora empieza la supervivencia”. Nosotros estamos sobreviviendo.
“La sociedad es el arte de cambiar las realidades”
Referencias Bibliografías
Fuentes Electrónicas: Artishock . (2014) Teresa Margolles “El Testigo”, [En Linea], Artishock. (Consulta 12/05/2014) http://www.artishock.cl/2014/02/teresa-margolles-el-testigo/
Jefe Seattle, carta escrita en (1955) “Carta del Jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos” [En Línea] Ciudad Seva (Consulta 8/05/2014) : http://www.ciudadseva.com/textos/otros/carta_del_jefe_seattle_al_presidente_de_los_estados_unidos.htm
MUÑOZ, José. (2003), “Performance en la Cuba Mayor: Tania Bruguera y El peso de la culpa”, [En Línea] Tania Bruguera (Consulta 13/05/2014): http://www.taniabruguera.com/cms/179-1-Performance+en+la+Cuba+Mayor+Tania+Bruguera+y+El+peso+de+la+culpa.htm
PROVENZANO, Max. “Max Provenzano “¿Somos Carne?”, [En Línea] Max Provenzano Artista Visual (Consulta 6/05/2014): http://maxprovenzano.wix.com/maxprovenzano#!fashion/c22j5
QUINTERO, Susana. “Registros Migrantes”, [En Línea] Diana Villamizar Albornoz (Consulta 04/05/3014): http://dianavillamizar.blogspot.com/
Citas: [1] “Generalmente, los estudios geográficos suelen agruparse bajo dos rúbricas: Geografía Física, que estudia los fenómenos naturales que se producen en la superficie terrestre, para localizarlos y señalar sus relaciones mutuas, y Geografía Humana, que basándose en los resultados obtenidos por aquella, analiza la intervención del hombre, su distribución sobre la Tierra, las relaciones políticas que esa distribución determina (Geografía Política) y los problemas relativos al aprovechamiento por el hombre de los recursos naturales que le permiten la satisfacción de sus necesidades (Geografía Económica).” Diccionario Enciclopédico U. T. E. H. A. Tomo V, Fer – His. México, 1953, p.554.
[2] Según Marx “…la alienación del trabajo asalariado es fundamentalmente un extrañamiento de trabajador y trabajadora frente al producto de trabajo y frente al proceso de trabajo, sea éste manual o intelectual. La alienación del trabajo atrofia el cuerpo a la vez que degenera el "espíritu". Citado por ALVES, Elizabeth Dialéctica del saber emancipador. Ruptura de la reproducción del capital y valoración del ser. Venezuela, 2010, p.21.
[3] Blanca Fernándes. NUEVOS LUGARES DE INTENCIÓN Intervenciones artísticas en el espacio urbano como una de las salidas a los circuitos convencionales: Estados Unidos 1965-1995.Editorial Universidad Complutense de Madrid, Espana, 1990, p. 16.
[4] Hernández comenta en Desde el Cuerpo, “…como el cuerpo es el inicio para la construcción ideológica y a partir de allí la reflexión de identidades…”. HERNÁNDEZ, Carmen, Desde el cuerpo: alegorías de lo femenino, una visión del arte contemporáneo, Venezuela, MonteAvila Editores, 2007, p.3.
[5] Gilles Deleuze & Félix Guattari, El Antiedipo, Paidós, Barcelona, 1995. p.91.
[6] Hernández , Op. cit., cita a Foucault como epígrafe a la introducción del Desde el Cuerpo y este se refiere al cuerpo como un contenedor de lo que sucede en lo exterior, refiriéndose a ese exterior como el lugar de origen “la ciudad”, “…es el cuerpo quien soporta, en su vida y en su muerte, en su fuerza y en su debilidad, la sanación de toda verdad o error, como lleva en sí también, a la inversa, el origen – la procedencia.” p. 3.
[7] Bouille habla sobre el hombre como superior a todas las cosas, “pero como tal, el hombre ya no tiene nada en común con los demás seres de la naturaleza, se coloca en una esfera aparte, donde concluye por obra suya y que es el polo opuesto de aquel en que se encuentran las demás cosas del mundo”. Nicolás Abbagndno. Historia de la filosofía, Volumen 2, Barcelona, 1994, p. 31.
[8] Blanca Elisa Cabral nos dice que "No hay revolución global de la naturaleza y de la sociedad sin subvertir esta manera de pensar anclada en la cosificación-desnaturalización, disociación y endiosamiento de la razón (racionalismo)”. Blanca Elisa Cabral. Sexo, Poder y Género. Editorial el Perro y la Rana, Venezuela, 2013, p. 141.
[9] Para Alejandro Otero, artista venezolano en El territorio del arte es enigmático 1990, p. 65, habla sobre la arbitrariedad del arte desde la creación: “nadie sabe por qué el fenómeno de la creación aparece y desaparece, por qué se da como acontecimiento colectivo en ciertos momentos, ni por qué escoge de pronto una o dos figuras cimeras capaces por sí solas de llenar una época”. Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Ímber, Venezuela.
[10] Susana Quintero, Curadora de Arte, quien estuvo a cargo de la exposición de Registro Migrantes (http://dianavillamizar.blogspot.com/), habla de la migración como una acción obligada de cada individuo desde un “terror del desplazamiento forzado hasta la posibilidad de expansión profesional”, y cuando el que migra es un artista, se notan los resultados en las obras expuestas de Diana Villamizar.
[11] Y recordando un poco a Mircea Eliade sobre este pensamiento: “A decir verdad, ya no hay «Mundo», sino tan sólo fragmentos de un universo roto, la masa amorfa de una infinidad de «lugares» más o menos neutros en los que se mueve el hombre bajo el imperio de las obligaciones de toda existencia integrada en una sociedad industrial”. Lo sagrado y lo Profano. Editorial Paidós, España,1998. p. 23.
[12] Carta que le Escribe el Jefe Seattle, de la tribu Suwamish, al Presidente de los Estados Unidos en 1855 por una oferta que le hizo en 1854 para comprarle los territorios del noroeste de los Estados Unidos que hoy forman el Estado de Washington. A cambio, promete crear una "reserva" para el pueblo indígena. Y este le responde: “¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña. Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos?”
[13] Esta nueva subdivisión se basa en la crisis política en la que está sumergida Venezuela actualmente, donde civiles se dividen entre oficialistas (izquierda) y opositores (derecha).
[14]El creador reflexiona entorno a sus acciones (http://maxprovenzano.wix.com/maxprovenzano): “Si tan sólo somos considerados como un simple Cuerpo, Carne, Huesos como sociedad estamos destinados a la DesComposición”.
[15] “Convenientemente, fuera de estos relatos ha quedado la sin par Lilith, la deslumbrante primera mujer de Adán, quien, como toda mujer divorciada o que ha abandonado el hogar para buscar su propio camino, es silenciada por la familia. De ella se omite hablar, es algo así como la loca del ático. Nuevamente es el ocultamiento la forma de dominación”. SALIH, Wafi. Las imágenes de la ausente. Monte Ávila Editores Latinoamericana. Caracas – Venezuela, 2012.
[16] “No podemos olvidar que en nombre de una supuesta naturaleza humana, los hombres mantuvimos durante siglos a las mujeres encerradas en las cocinas, alejadas de las profesiones y de la política…” MIRES, Op.Cit., p. 141.
[17] En la revista digital ARTISHOCK, revista de arte contemporáneo, elabora textos sobre su exposición inaugurada el 18 de febrero y finalizada el 25 de mayo del 2014, en el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M), Madrid (http://www.artishock.cl/2014/02/teresa-margolles-el-testigo/), donde reflexiona para el catálogo de la exposición: “¿En un contexto como el de Ciudad Juárez, cómo definir quién es el testigo? ¿La ciudad, sus habitantes, el espectador? Un testigo es aquel capaz de dar testimonio de algo que vio, de algo que escuchó. Es aquel que posee el conocimiento sobre un hecho ocurrido y que puede a su vez contribuir en la reconstrucción de una historia. Esta historia no es objetiva, es una historia personal, una historia frente a la cual el individuo busca un lugar para afirmarse. El testimonio es entonces tanto un recuento como una búsqueda, y está así, fundado en un evento real, pasado y marcado por la subjetividad”.
[18] El proyecto de la artista se desarrolla en dos etapas, una realizada en Montreal el año 2013 y la segunda en el evento “Encuentro 2014 del Hemisférico Instituto”, el 21 de junio del 2014 en Montreal; espera prontamente trabajarla en Chile, idealmente en el Museo de la Memoria.
[19] Obra realizada para la exposición So sorry, inaugurada el 12/10/2009 y finalizada el 17/01/2010 en Haus der kunst Prinzregentenstrasse, Munich. (http://www.casaasia.es/actividad/detalle/14166-exposicion-so-sorry-de-ai-weiwei)
[20] A raíz de una obra con que Bruguera fue vetada en Cuba, el gobierno no la invita a participar en la Bienal de Cuba de 1997. Tania de todas maneras presentó su acción en su propia casa, aleatoriamente durante la Bienal. José Muñoz habla de la consciencia sobre los hechos del estado político de Cuba desde la dictadura militar, con referencia a la obra de la artista, el cómo se siente culpa por haber abandonado sus tierras, y la culpa de los que viven dentro de la nación por los que han abandonado su tierra. (http://www.taniabruguera.com/cms/179-1-Performance+en+la+Cuba+Mayor+Tania+Bruguera+y+El+peso+de+la+culpa.htm)
[21] José Muñoz, Op. Cit., (http://www.taniabruguera.com/cms/179-1-Performance+en+la+Cuba+Mayor+Tania+Bruguera+y+El+peso+de+la+culpa.htm)
[22] “En el mundo del indio una cosa es tanto importante cuanto mayor es la carga de sustancia mágica que es capaz de almacenar y utilizar. Por otra parte, el indio, al no reconocerse psicología propia, ha efectuado una “prestación psíquica” de sus propias afecciones a los diversos seres del mundo circundante, animándolos de tal modo que puedan aparecer actuando como seres vivos aún aquellos que nosotros tenemos por inanimados, y dándoles una capacidad y poderío de acción proporcionales a la masa volumétrica con la que aparecen a la vista, o a la rareza formal de la figura con que se presenten…” Gilberto Antolinez. El agujero de la Serpiente,Vol. II, San Felipe, Ediciones la Oruga Luminosa, 1998, p. 112.
[23] Presentada en la Facultad Experimental de Arte. Universidad del Zulia, 3,94mts de no.discurso, 13 hojas “en blanco”, y luego “Metros de no. Discursos (sin medición)”, 23 hojas en blanco, y fragmento anónimo de un texto de Carlos Fuentes. Museo del Táchira, San Cristóbal.4to Seminario Bordes Vacío y Devoración.