15 BIENAL DE LA HABANA – HORIZONTES COMPARTIDOS
(15 de noviembre, 2024 – 28 de febrero, 2025)
Desde su creación en 1983, el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam tiene entre sus labores cardinales la realización de la Bienal de la Habana. Nuestro evento se ha definido como espacio de confrontación y reflexión de singular importancia en el escenario artístico internacional, con el propósito esencial de contribuir a la investigación, difusión y reconocimiento de las artes visuales de Asia, África, Medio Oriente, América Latina, y el Caribe. La Bienal ha favorecido el establecimiento de un escenario horizontal para la comunicación de los artistas de estas zonas geográficas y de otros provenientes de países con economías más desarrolladas.
La Bienal de La Habana, desde la madurez de sus cuatro décadas, fiel a sus presupuestos fundacionales y a su voluntad descolonizadora, continúa reformulando sus presupuestos discursivos y ampliando su mirada. En el 2024 la Bienal arribará a su 40 aniversario, el que celebraremos con la realización de su decimoquinta edición. Nos proponemos hacer un análisis de su trayectoria, retomar y repensar algunos de los temas que la han caracterizado, y crear nuevas redes de comunicación y colaboración.
HORIZONTES COMPARTIDOS
Más allá de todas las diferencias, existe un espacio de conocimientos, expectativas y afectos que compartimos la mayoría de los seres humanos. Buscar estos puntos de conexión, esas zonas comunes que nos permitan avanzar juntos hacia un futuro más equitativo y sustentable debería ser nuestra principal divisa. Cercana a celebrar su 40 aniversario, la Bienal de La Habana continúa compartiendo esos horizontes donde habita la utopía y convoca su decimoquinta edición guiada por la idea de tejer nuevas redes de comunicación y colaboración que nos facilite seguir creciendo, profundizando y ampliando nuestro rango de influencias, en pos de alcanzar la paz y una mejor convivencia entre el hombre y la naturaleza.
Imbuidos del espíritu de la celebración y ante la posibilidad de los reencuentros, nos proponemos hacer un análisis de la trayectoria del evento, retomar y repensar algunos de los temas que han sido transversales a su historia y que han evolucionado en el tiempo mostrando nuevos matices. ¿Cuál podría ser entonces ese elemento caracterizador de la Bienal de La Habana? Es Cuba, su gente empeñada día a día en preservar valores de solidaridad y de dignidad, con la creatividad, tanto de los artistas como de los que no lo son. Es la conciencia de que solo trabajando juntos es posible realizar la obra soñada y, sobre todo, la confianza plena en que será una obra colectiva y solidaria. Poner de relieve ese entramado de relaciones que posibilitan el desarrollo del evento es nuestro objetivo en esta edición.
Imaginamos esta Bienal como una red afectiva que apueste por una convivencia basada en el respeto a las diferencias y el valor de otros saberes y formas de existencia (y resistencia) alejadas del modelo dominante. Nos interesan creadores y proyectos que trabajen de forma colaborativa, más allá de los límites de sus respectivas disciplinas, y que sean capaces de desarrollar acciones que permitan mediar entre todos los estratos y facetas de la sociedad y la cultura. Intentaremos fortalecer el trabajo colectivo para alcanzar un bien común.
Tal y como ha sucedido en otras ocasiones, pero ahora de manera todavía más enfática, queremos que el escenario principal de esta bienal no sean las galerías ni los espacios tradicionalmente dedicados al arte. Es nuestro propósito que los artistas no solo vivan la experiencia de Cuba, sino que creen de conjunto con sus habitantes en las comunidades y que sean capaces de desarrollar estrategias de meditación que permitan un mayor acercamiento entre todos.
Los invitamos a caminar juntos, a compartir el horizonte, las alegrías y sinsabores del camino en busca de una utopía que, aunque parezca inalcanzable, nos impulse a ser cada día mejores y menos egoístas.