Como clavel del aire/Identidad. Raíz. Migración
Migrar -como todo movimiento- puede imprimir un trazo. Rastrear la propia identidad puede parecerse a la paradoja de sabernos en el mundo desde la raíz y la migración; como un clavel del aire que busca nutrirse, aún, lejos de la (propia) tierra. Las raíces están por más que no las veamos. Existe en esta flora entre -abstracta y figurativa- la tensión que vive en cada subjetividad. Lo que nos constituye puede ser fugaz, como los trazos de Fumagalli, ó profundos como las raíces a las que nos remite.
“Lo que es producido por la subjetividad capitalística, lo que nos llega a través de los medios de comunicación, de la familia, de todos los equipamientos que nos rodean, casi no son ideas; no son la transmisión de significaciones a través de enunciados significantes; ni modelos de identidad o identificaciones con polos maternos, paternos, etc. Son, esencialmente, sistemas de conexión directa entre, por un lado, las grandes máquinas productoras y de control social y, por otro, las instancias psíquicas, la manera de percibir el mundo.”
Rolnik nos devela la trama sobre la que muchas veces creemos ver la propia identidad. Como sospechábamos, todo es construcción. Lo positivo, ahora, es la tarea. Desandar y revisar.
La reconstrucción de esta, nuestra historia subjetiva -de nuestra memoria ancestral- se convierte en un bastión simbólico desde donde pensar el mundo. Podemos detenernos y preguntarnos ¿Cómo pensamos nuestra historia? Vivimos y construimos esta ciudad cada día. Pensemos Buenos Aires como hija histórica de los desplazamientos migratorios. Siempre lugar de destino. Al menos, así nos contaron. Una a una las historias de quienes transitamos estas calles se superponen y contagian. Historias cruentas, desgarradoras, plagadas de injusticias. Pero también, historias de luchas y conquistas.
En las imágenes que genera Rosita Fumagalli podemos tomarnos un momento para cruzar estas historias y generar tramas nuevas con estas formas. El momento de encuentro con la obra permite un tiempo reflexivo, y el estudio abierto propone potenciar ese tiempo con el encuentro con la Fumagalli para volverlo un espacio de reflexión colectiva desde su obra. Una vez más, la producción poética es ese espacio “entre” en el que podemos complejizar nuestra existencia y llenarlo de preguntas.
Lic. Federico de la Puente / Curador
Agosto 2018