Curada por Eugenio Viola, es un proyecto desplegado en 11 sedes históricas entre Ciudad de Guatemala y Antigua Guatemala, que se inspira en el vasto simbolismo asociado al “árbol de la vida”, un mito arquetípico central en muchas tradiciones antiguas. En la cosmogonía maya, el Árbol del Mundo es un símbolo fundamental que representa la estructura del universo y la conexión entre los diferentes niveles de existencia.