Diálogos cromáticos desde la Barda.
Residencia Barda del desierto 2019 Contralmirante Cordero, Rio Negro, Patagonia – Argentina.
Toda modificación intencional y de gran impacto visual realizada por intervención humana con fines políticos, religiosos o culturales configura un sistema de relaciones sociales cuya dinámica colaborativa permite el reordenamiento del material. Desde el periodo formativo Latinoamérica presenta distintos ejemplos de modificación del paisaje realizadas por los grupos ocupacionales originarios; intervenciones que respondieron a una estructura social que se creó con la finalidad de controlar y dominar la naturaleza mediante un sistema politeísta.
Siguiendo esta idea y en el marco de la Residencia Barda del Desierto (Contraalmirante Cordero, Argentina) pensamos el trabajo Objeto escalonado (Rojo – Atardecer), un Site – Specific que propone trasladar los conceptos precolombinos a un espacio de construcción, diálogo y reflexión contemporánea con la finalidad de reactivar las prácticas culturales del antiguo Perú con la finalidad de entender cómo se construyó el concepto de comunidad en torno a una pieza de gran impacto visual que sirva como artefacto de diálogo con respecto a conceptos geográficos, sociales, políticos y culturales.
Algunas estructuras antiguamente, con tal finalidad, fueron construidas para generar un camuflaje geográfico con intención de contribuir a los discursos religiosos, estructurados dentro de la idiosincrasia precolombina. Esta práctica nos propone entender el color más allá de un material pigmentario y comprender su utilización dentro de un sistema social, político y religioso que expandió la concepción del color a prácticas atmosféricas, metafísicas y psicosociales. El Site – Specific tiene como objetivo obtener una arquitectura contemporánea con bases conceptuales precolombinas que se posicionen en el territorio a manera de artefacto de diálogo, contribuyendo así a la reflexión y reactivación de prácticas originarias del territorio Latinoamericano.
A continuación colocamos una entrevista realizada a Marco Herrera (MH), residente del programa Barda del Desierto 2019, a cargo del equipo de contenidos de VADB
VADB. ¿por qué y para qué una residencia de arte?
MH. Las residencias se estructuran para incitar a los trabajadores del arte a asumir desafíos materiales, físicos y geográficos con la finalidad de crear nuevas estrategias en la producción cotidiana. Estas experiencias contribuyen a producir en base a un sistema de relaciones enriquecidas por el diálogo con la localidad y los propios artistas residentes, cuyos contextos aportan distintas formas de entender la producción artística.
El formato de Aula-Taller-Habitación que propone Barda del Desierto contribuye en la construcción de la producción como estrategia pedagógica para lograr articular la relación de la localidad con los procesos de modificación territorial o afectiva que propone mi proyecto. En este contexto fue necesario repensar mi práctica artística, la cual, se encuentra ligada a muchos conceptos locales de la configuración histórica peruana; con la finalidad de ampliar las referencias y construir un discurso basado en los desplazamientos sociales y la construcción de iconografía prehispánica en el territorio latinoamericano.
VADB. ¿por qué en una localidad rural y cómo se involucra la comunidad rural?
MH. Barda del desierto en su sexta edición propuso entender las condiciones territoriales que presenta la comunidad de Contralmirante Cordero (Argentina) y su relación con el desierto (Barda). En este contexto, el formato de residencia habilita la construcción de vínculos sociales entre los artistas y los diversos grupos que conforman la comunidad rural.
Para mi proyecto, las necesidades materiales construyeron la necesidad de relacionarme con los productores de ladrillo de la zona cuyo origen es boliviano. Posterior a un diálogo sobre el proyecto y su vínculo con las construcciones precolombinas propias de su cultura se convirtieron en los proveedores de los ladrillos que se necesitaron para la construcción del Site – Specific.
Otra relación construida se da por la magnitud física del trabajo en el desierto. En este punto la producción tuvo como necesidad buscar instaurar una dinámica colaborativa, la cual, propone la creación de vínculos con los artistas residentes con la finalidad de buscar el apoyo logístico necesario para llevar a cabo el proyecto.
Finalmente, el formato de residencia artística dentro de la Escuela Primaria 135 de Contraalmirante Cordero propone un circuito de actividades abiertas al público, donde se construye la expectativa frente al proceso por las necesidades físicas que plantea la intervención del paisaje. Por consiguiente, según las estrategias tomadas, se pudo generar un vínculo entre la localidad rural y el objeto, al cual, se le otorga un contexto cultural nutrido de distintos símbolos ancestrales y contemporáneo para acortar las distancias conceptuales y crear un sentido de pertenecía local que contribuya a la conservación de la intervención por parte de la localidad.
VADB. ¿por qué y cómo los artistas asumen el desafío?
MH. Considero que la práctica de arte contemporáneo en Latinoamérica constituye en sí misma un desafío que implica la construcción de una carrera frente a sistemas sociales que no contribuyen a la dinámica artística. Frente a estos contextos adversos, las residencias artísticas constituyen un sistema de resistencia frente a los sistemas de producción comercial. Puesto que, la producción ingresa en una estructura horizontal donde artistas, coordinadores y la comunidad se encuentran en un diálogo que permite un dinamismo interno fluido y contribuye a la creación de proyectos basados en la afectación social y geográfica de los involucrados.
Durante Barda del desierto tome un desafío físico y mental que consistió en subir 150 ladrillos por más de 1 km. hasta la cima de un cerro en el desierto patagónico. Durante el mes de residencia esta actividad tomo un lugar prioritario en la concepción del proyecto frente al resultado final, es decir, el proceso desestimo al producto artístico por las condiciones en las cual se trabajó.
En este contexto, es necesario preguntarse: ¿Por qué trasladar 150 ladrillos a la cima de un cerro? La modificación del paisaje mediante un Site – Specific basado en los lineamientos iconográficos precolombinos de Latinoamérica no pueden llevarse a cabo si no se genera un sistema de relaciones laborales similares a lo ocurrido en esta época. Los pueblos originarios tuvieron la necesidad o la estructura social que contribuyo a darle un lugar al trabajo dentro de su idiosincrasia.
El desafío de esta producción implico ofrendar el trabajo como una estrategia para modificar el paisaje desde un aspecto conceptual y no visual. La práctica constante de trasladar material por un territorio agreste configura una nueva forma de conquistar el desierto, si lo entendemos como un espacio donde las relaciones sociales son escasas.
VADB. ¿Cuáles son los efectos posteriores (en la carrera del artista y en la
comunidad)?
MH. Considero que el proyecto plantea configurar nuevas relaciones afectivas con tres aspectos trabajos. El primero se relacionada con la afectividad hacia el color, instaurado mediante un sistema de diálogos con la localidad con la finalidad de proponer pensar en el color y su lugar en nuestra sociedad. La segunda relación es geográfica, puesto que, las estrategias públicas de la residencia proponen un espacio propicio donde la localidad puedo volver a pensar en el desierto como espacio de convivencia y propone nuevas estrategias para observar el paisaje. Finalmente, la tercera, es una afectación social cuya dimensión engloba las anteriores y construye un sistema de relaciones que propician la reapertura de los vínculos afectivos de la localidad con el desierto con la finalidad de propiciar su conservación y el sentido de pertenencia con este espacio.
Si pienso en lo que dejo y me llevo de la experiencia considero importante hablar de lo que propongo como cuestiones de fé, puesto que, el proyecto necesito de diversos ejercicios de fe que involucran a María Eugenia Cordero, Nicolás Rey, Fabio Tremonte coordinadores de Barda del desierto, que tuvieron el primer acto de fé al incluir un proyecto en palabras de María Eugenia: “Magnitudes incaicas”. Luego tenemos a los ladrilleros de origen boliviano, a Tomás Bartoletti y Andrés Castaños que impulsaron el proyecto mediante un aporte material o físico desinteresado, el cuál, intento entender como acto de fé que inicia con una duda y termina en una relación humana que nos llevó a demostrar la viabilidad del proyecto.
Al final, El tiempo nos mostrará los efectos que tenga la comunidad con la experiencia y las funciones sociales, culturales o religiosas que le otorguen al objeto escalonado. Así como, la experiencia marca un punto de quiebre en mi producción, la cual, estará destinada a buscar experiencias donde se configuren nuevas estrategias de producción mediante la acción, pedagogía y las relaciones sociales para construir un discurso basado en los conceptos de la antigua Latinoamérica.
A Maria Eugenia, Nicolás, Fabio, Tomás, Andres, Mauri, Matías, los ladrilleros, Azul y Nina, gracias por tanta confianza y compañía en la barda.